Día Internacional del Migrante, reivindicamos el acceso a los derechos de las mujeres inmigrantes

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¡Migrar es un derecho! Ofrecer las herramientas y mecanismos para establecer medidas seguras en el proceso migratorio debe ser un compromiso global.

Las desigualdades estructurales que parten del sistema actual vienen ligadas a distintos fenómenos que forman parte de esta realidad dinámica y compleja. Las crisis humanitarias, las disparidades entre los países del norte y del sur, las desigualdades raciales, sociales y de género, entre otras, se han constituido en los principales motores que motivan a las personas a migrar. Sin embargo, no se cuenta con medidas seguras y suficientes que den garantías a este proceso y garanticen el derecho a migrar. Este derecho es un gran desafío que requiere de un compromiso global.

La Ley de Extranjería en España establece dos categorías genéricas para las personas extranjeras: las regulares y las irregulares, en función de su situación administrativa y, cómo no… de la mayor o menor utilidad en la economía nacional. La migración femenina, ligada a la feminización de la pobreza, que forja entre otras, una cadena global de cuidados, ubica a las mujeres migrantes del sur global como las protagonistas que sostienen esta cadena de cuidados. Y se sustenta lastimosamente en un sistema de desigualdad, discriminatorio y que vulnera sus derechos sociales, económicos y políticos.

Además de los múltiples factores que precarizan la vida de las mujeres inmigrantes, hoy, día Internacional del Migrante, queremos hacernos eco de las múltiples violencias de las que son objeto y que atraviesan sus vidas. En España, la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género – LO 1/2004, se limita a perseguir la violencia en el ámbito de las relaciones de pareja, no considerando otros tipos de violencia machista que sufren las mujeres por el hecho de serlo y que sufren las mujeres inmigrantes, de manera particular por su añadida condición de extranjeras. La violencia institucional, sumada a la ausencia de especialización y sensibilización de los profesionales de las diferentes instituciones, profundiza la discriminación, el racismo y la vulneración de sus vidas.

Las mujeres migrantes están sobrerrepresentadas en cifras de feminicidio, los datos oficiales dan cuenta de ello. Del total de mujeres asesinadas por violencia de género, en los términos en que la define la ley, entre 2003 y 2019, el 32,7% son extranjeras (338 en números absolutos). En lo que vamos del 2021, de las 40 mujeres que han sido asesinadas, 18 han sido mujeres extranjeras. Cifras que evidencian cómo las mujeres migradas víctimas de violencia de género sufren de forma exponencial la violencia machista, esta lacra que afecta no sólo a las mujeres, sino también a sus hijos e hijas, y en general, al conjunto de la sociedad.

Celebramos la medida del subsidio extraordinario para trabajadoras del hogar por reducción de jornada, suspensión temporal de contrato, despido o fallecimiento del empleador, que el gobierno aprobó durante el estado de alarma, después de una fuerte movilización por parte de las trabajadoras del hogar. Sin embargo, la gestión burocrática ha dificultado el acceso a éste. Por ejemplo, de las más de 56.000 solicitudes presentadas, apenas 17.800 fueron pagadas a la fecha y más del 60% siguen esperando una respuesta a su solicitud. En cuanto al Ingreso Mínimo Vital, el RD 20/2020 exige la residencia “legal” ininterrumpida en España mínima de 1 año para acceder a éste, lo cual excluye a personas en situación de irregularidad administrativa que residen en el país, así como a las que residen “legalmente” menos de un año.

Las personas irregulares no están en las estadísticas, ni existen para el Estado, pero trabajan en diversos sectores económicos y contribuyen mediante los impuestos indirectos. Se encuentran incluidas en el mercado laboral, pero excluidas de la ciudadanía. A finales de 2019, el número de inmigrantes que residían de manera irregular en España se situaba entre las 390.000 y las 470.000 personas. Uno/a de cada dos trabajadores/as extracomunitarios está empleado en una de las ocupaciones consideradas esenciales por la Comisión Europea. Los sectores principales de empleo son: limpiadores y asistentes (40%), minería y construcción (20%) y cuidados personales (12%). Aportamos a la económica, pero nuestros derechos no están reconocidos.

Con suma preocupación, también estamos viendo cómo se exacerba el racismo y la xenofobia. La categorización de las personas en función de la procedencia, la regularidad e irregularidad administrativa y la asignación de derechos en función de dichas categorías, que violentan la condición de irreductibilidad del ser humano. Hay que garantizar medidas seguras que permitan ejercer el derecho de migrar. Es necesario sustituir las policías migratorias endurecidas y el control indiscriminado de las fronteras que desdibujan el paraguas normativo, a nivel nacional e internacional, que lejos de promover el respeto y la protección de los derechos humanos, fomenta la desigualdad, la discriminación, el racismo y la xenofobia. Hoy más que siempre, es necesario garantizar un acceso real a canales de MIGRACIÓN SEGUROS, LEGALES Y NO EXPLOTADORES, esto es lo que realmente puede aportar a una verdadera transformación para evitar que las personas que han decidido migrar, terminen padeciendo situaciones que aumenta su vulnerabilidad y la explotación.

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